Agua Amarga
Agua Amarga es un pueblecito de pescadores enclavado en pleno Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar. Con una población que apenas alcanza los 200 habitantes en temporada baja, el pueblo deslumbra al visitante por el blanco de la cal y le cautiva con el clima y la tranquilidad de su entorno.
La playa es grande y de arena fina, y está bien resguardada del viento y las escasas corrientes de la zona, mientras que los alrededores están comunicados por senderos, rutas y ramblas que recorren el Parque descubriendo calas, vistas y especies auténticamente insólitas.
Peteneciente al municipio de Níjar, su situación en el Parque Natural impide un crecimiento excesivo de su núcleo urbano, lo que ha facilitado que Agua Amarga siga manteniendo su carácter de pequeña población a orillas del Mediterráneo. A pesar de ello, en los últimos años se ha incrementado notablemente la oferta de servicios turísticos de todo tipo, convirtiendo a Agua Amarga en un animado lugar de vaciones, en el que se pueden realizar diversas actividades relacionadas con el ocio y el deporte.
En definitiva, Agua Amarga es un lugar único para disfrutar de una relajantes vacaciones a orillas del mar y en medio de la sorprendente naturaleza del Cabo de Gata.
Encantadora y tranquila aldea marinera. Sus habitantes, menos de 300, siempre han vivido del Mediterráneo. En el cerro que la refugia se pueden ver las ruinas del viejo cargadero donde, se embarcaba el mineral procedente de las minas de Lucainena de las Torres.
Las enrevesadas y estrechas calles de Agua Amarga están salpicadas de artesanía y viandantes. Su minúscula plaza es un encantador enclave ideal para tomar un refrigerio.
Su costa goza de una transparencia sin igual. La Cala de Enmedio, a la que sólo se accede a pie, y la Cala del Plomo son dos áridos y escarpados paraísos sacados de un mundo surrealista.
En las proximidades de Agua Amarga, dirección Carboneras, al pasar la torre de Mesa Roldán y el faro, escondida entre la negrura de las abruptas montañas está la infinita Playa de Los Muertos, la última del Parque Natural. Su blanca arena y aguas turquesa nos hacen olvidar que aún seguimos en Almería. Antes de hacer “senderismo” hasta la playa el Mirador de Los Muertos nos muestra todo el panorama